La civilización del valle del Indo, también conocida como la civilización Harappa, es una de las culturas más antiguas y enigmáticas del mundo. Como profesores y/o practicantes de yoga, hacer un recorrido por los hallazgos de esta civilización, nos invita a explorar la posibilidad de que esta antigua cultura pudiera haber sido la cuna de las prácticas que hoy conocemos como yoga. Los capítulos de esta cultura nos han ido descubriendo los secretos de una sociedad avanzada y pacífica, y cómo podrían haber sembrado las semillas o formado parte de un conocimiento que practicamos hoy bajo la forma de lo que conocemos como Yoga.
La Civilización del Valle del Indo
El contexto histórico y geográfico de la civilización del Indo es el de una cultura que emergió alrededor del 2600 a.C. y se extendió desde el este de Afganistán hasta el noroeste de la India y gran parte de Pakistán. Los ríos Indo y Sarasvati proporcionaron los recursos vitales para la agricultura y el crecimiento urbano. Este entorno natural, con su belleza y abundancia, seguramente influyó en la forma en que los habitantes del Indo percibían y se relacionaban con el mundo, posiblemente sentando las bases para prácticas contemplativas y espirituales.
Descubrimiento Accidental Durante la Construcción del Ferrocarril
Los descubrimientos arqueológicos iniciales, realizados a principios del siglo XX por arqueólogos británicos como John Marshall, revelaron la existencia de ciudades avanzadas como Harappa y Mohenjo-Daro. Estos hallazgos transformaron nuestra comprensión de la prehistoria del sur de Asia, mostrando una sociedad organizada y tecnológicamente avanzada.
A mediados del siglo XIX, cuando la India formaba parte del Imperio Británico, se estaban llevando a cabo grandes proyectos de infraestructura, incluido el desarrollo de una extensa red ferroviaria. En la década de 1850, mientras se construía una línea de ferrocarril entre las ciudades de Lahore y Karachi, los ingenieros y trabajadores se toparon con antiguos ladrillos cocidos en la región del Punjab. Estos ladrillos resultaron ser de una calidad excepcional y fueron reutilizados en la construcción de la vía ferroviaria.
El lugar donde se encontraron estos ladrillos era Harappa. Sin embargo, en ese momento, no se comprendió la importancia arqueológica del sitio. Fue solo en las primeras décadas del siglo XX cuando los arqueólogos comenzaron a prestar atención a estos hallazgos. En 1920, el arqueólogo indio Rai Bahadur Daya Ram Sahni, bajo la dirección de John Marshall, comenzó las excavaciones sistemáticas en Harappa. Los descubrimientos revelaron una ciudad antigua bien planificada, con sistemas de drenaje sofisticados, estructuras de ladrillo cocido y una rica cultura material.
Mientras tanto, otro sitio significativo, Mohenjo-Daro, fue descubierto en la región de Sindh. En 1922, R.D. Banerji, un arqueólogo del Archaeological Survey of India, identificó las ruinas de Mohenjo-Daro, también durante las actividades de construcción y exploración en la región. Banerji notó montículos y artefactos similares a los encontrados en Harappa, lo que llevó a más excavaciones.
John Marshall, quien era el Director General del Archaeological Survey of India en ese momento, reconoció la importancia de estos hallazgos y dirigió excavaciones sistemáticas en ambos sitios. Las excavaciones realizadas bajo su supervisión revelaron ciudades complejas y avanzadas, transformando por completo nuestra comprensión de la historia antigua del sur de Asia y del mundo.
El descubrimiento accidental de Harappa y Mohenjo-Daro mostró que existía una civilización avanzada en el valle del Indo alrededor del 2600 a.C. Estos hallazgos revelaron una planificación urbana sofisticada, una economía agrícola y comercial próspera, y un sistema de escritura aún no descifrado, que indicaban una cultura extremadamente rica y compleja.
Harappa y Mohenjo-Daro
Los principales sitios arqueológicos de la civilización del Indo. Harappa y Mohenjo-Daro son probablemente los primeros ejemplos de planificación urbana avanzada, con sistemas de drenaje complejos, casas de ladrillo cocido y grandes baños públicos. Estos grandes baños podrían haber servido no solo para la higiene, sino también para rituales de purificación, una práctica que encontramos en diversas tradiciones espirituales.
Otros sitios como Dholavira y Lothal también destacan por sus innovaciones, como sistemas hidráulicos avanzados y puertos marítimos, que indican una capacidad comercial significativa. La autora discute las técnicas arqueológicas utilizadas, como la estratigrafía y la datación por carbono, que han permitido fechar con una cronología más precisa los hitos de esta civilización.
Sociedad y Cultura
La estructura social de la civilización del Indo es una de las más intrigantes. Destaca la aparente ausencia de jerarquías marcadas o grandes palacios y templos observados en otras civilizaciones contemporáneas, sugiriendo una sociedad más igualitaria.
Las viviendas eran uniformes y funcionales, diseñadas para una vida cómoda y eficiente. La agricultura, la domesticación de animales y una dieta basada en granos, productos lácteos y pescado eran fundamentales. La religión y los rituales también desempeñaban un papel importante, con sellos decorados y figuras de deidades que sugieren un sistema de creencias complejo.
El Sello de Pashupati
Uno de los hallazgos más fascinantes de la civilización del Indo es el Sello de Pashupati. Este sello, descubierto en Mohenjo-Daro, muestra una figura masculina sentada en una postura que muchos interpretan como una forma temprana de asana, o postura de yoga. La figura, que lleva una corona con cuernos y está rodeada de animales, se ha asociado con Pashupati, una deidad que más tarde se identifica con Shiva en la tradición hinduista. Shiva, en el hinduismo, es conocido como el «Señor del Yoga», lo que sugiere una conexión profunda y antigua entre las prácticas del Indo y el yoga.
La postura en la que está sentado Pashupati en el sello es similar a una posición meditativa, lo que refuerza la idea de que las prácticas de yoga y meditación tienen raíces profundas en la civilización del Indo. Este sello no solo representa una figura divina, sino que también puede ser visto como un testimonio de la importancia de las prácticas contemplativas y de meditación en esta antigua cultura.
El sello también contiene inscripciones en la escritura del Indo, un sistema de escritura que aún no ha sido descifrado. La escritura del Indo consiste en símbolos pictográficos y abstractos, que se han encontrado en muchos otros sellos, tabletas y objetos de la civilización del valle del Indo.
La traducción de las inscripciones del Sello de Pashupati, y de la escritura del Indo en general, ha sido extremadamente difícil por varias razones:
- Falta de Bilingüismo: A diferencia de la Piedra de Rosetta, que ayudó a descifrar los jeroglíficos egipcios mediante la presencia de un texto bilingüe en griego, la escritura del Indo no tiene un equivalente conocido en otra lengua que pueda actuar como clave.
- Corta Longitud de los Textos: La mayoría de las inscripciones del Indo son muy breves, generalmente de solo unos pocos caracteres, lo que dificulta identificar patrones y realizar análisis lingüísticos profundos.
- Simbolismo Complejo: Los símbolos utilizados en la escritura del Indo son altamente pictográficos y abstractos, y pueden representar tanto palabras como ideas, lo que añade un nivel adicional de complejidad a la traducción.
A lo largo de los años, varios estudiosos han propuesto diferentes teorías sobre las inscripciones del Sello de Pashupati:
- Proto-Dravídico: Algunos investigadores han sugerido que la escritura del Indo podría estar relacionada con las lenguas dravídicas, que son habladas en el sur de la India. Esta teoría se basa en similitudes estructurales y fonéticas percibidas, aunque no hay consenso definitivo.
- Lengua Indo-Europea: Otra teoría propone que la escritura del Indo podría estar relacionada con las primeras lenguas indo-europeas, aunque esta hipótesis es menos popular debido a la falta de evidencia concreta.
- Simbología Religiosa y Espiritual: Algunos académicos sugieren que las inscripciones podrían tener un propósito más simbólico o ritual, en lugar de ser un sistema de escritura fonética. Esto se basa en la presencia de iconografía religiosa y la asociación con prácticas espirituales.
Economía y Comercio
La economía de la civilización del Indo se basaba en la producción agrícola intensiva y el comercio extensivo. Desarrollaron técnicas avanzadas de irrigación y cultivo, permitiendo una producción agrícola sostenida que soportó a una población urbana significativa.
Las redes comerciales se extendían desde Mesopotamia hasta el golfo Pérsico y el actual Afganistán. Los intercambios de bienes como perlas, piedras preciosas, metales y productos agrícolas no solo influenciaron el desarrollo cultural y tecnológico, sino también el intercambio de ideas espirituales y filosóficas.
Tecnología y Avances
Los avances tecnológicos de la civilización del Indo son testimonio de su sofisticación. La producción de ladrillos cocidos, herramientas de cobre y bronce, y la fabricación de cerámica fina son algunas de las innovaciones que pueden destacarse de los hallazgos. La escritura del Indo, aunque aún no ha sido descifrada, muestra un sistema de comunicación complejo, posiblemente utilizado para la administración y el comercio.
El urbanismo y la arquitectura también eran impresionantes. Las ciudades estaban diseñadas con planificación avanzada, incluyendo calles rectas, sistemas de alcantarillado y estructuras públicas como los grandes baños de Mohenjo-Daro.
Declive y Desaparición
El declive de la civilización del Indo es uno de los aspectos más fascinantes y misteriosos. Hay numerosas teorías que podrían explicar este fenómeno, incluyendo cambios climáticos, desastres naturales y la posible invasión de tribus arias. La evidencia arqueológica sugiere un colapso gradual, en lugar de una desaparición repentina.
Este proceso de adaptación lenta a nuevas condiciones podría haber influido en la transformación y preservación de prácticas espirituales. Las enseñanzas y métodos desarrollados durante esta época podrían haberse transmitido a través de generaciones, influyendo en las prácticas védicas posteriores y, eventualmente, en el yoga.
Ciertas prácticas agrícolas, tecnológicas y culturales fueron adoptadas por civilizaciones posteriores del subcontinente indio. La influencia de la civilización del Indo es evidente en la continuidad de ciertas tecnologías y prácticas, y en la posible transmisión de ideas espirituales y filosóficas.