En YUJ escuela de yoga, nuestra misión es crear un espacio estable y nutrido donde cada uno de nosotros pueda explorar la profundidad de su práctica de yoga. Las políticas de bonos y membresías buscan sostener la viabilidad de este espacio, pero también reflejan el compromiso de cada miembro para preservar la esencia de una comunidad unida y respetuosa. Entendemos que pueden surgir imprevistos, pero nuestras normas son una base que, solo manteniéndose sólida, permite el equilibrio y el bienestar para todos.
La Filosofía de Nuestras Políticas y Normas
Las políticas y condiciones que regulan el uso de bonos y la vigencia de cada membresía están diseñadas para cubrir las necesidades operativas del estudio (alquiler, personal, suministros, gestión), pero también para fortalecer un espacio compartido, un lugar de refugio y aprendizaje para todos. Al adquirir un bono, no solo se reservan clases: se sostiene un compromiso hacia la comunidad, hacia el espacio, y hacia uno mismo, para que el estudio pueda seguir abriendo sus puertas a diario, tanto hoy como en el futuro.
A la hora de desarrollarlas hemos tenido en cuenta nuestra experiencia en otros centros y hemos tomado como ejemplo las que aplican nuestros maestros de referencia y por tanto, hemos cumplido como alumnos nosotros mismos durante mucho tiempo.
Respeto y Compromiso: Una Práctica de los Yamas y Niyamas
En el yoga, los Yamas y Niyamas—los principios éticos y personales—nos guían no solo en la esterilla, sino en cada decisión que tomamos. Aquí, cada uno de estos valores encuentra su expresión.
- Ahimsa (No violencia): Ahimsa invita a la bondad y la consideración profunda hacia uno mismo y hacia los demás. En este contexto, Ahimsa se manifiesta al honrar las normas del estudio, pues estas no están diseñadas para limitar, sino para mantener un entorno equitativo y respetuoso. Como enseñaba el maestro B.K.S. Iyengar, la verdadera no-violencia florece cuando se protege el espacio compartido, sin intentar quebrantar o doblegar las normas en beneficio propio.
- Satya (Verdad): La verdad, en su esencia, nos llama a ser claros y auténticos. Satya es la práctica de la transparencia, una invitación a entender y aceptar las políticas, asumiendo así el compromiso desde la sinceridad. Las políticas están aquí para todos, visibles y abiertas, de modo que cada miembro tenga la libertad de decidir sin ambigüedad.
- Aparigraha (No acaparar): Aparigraha nos enseña el arte de soltar, de no acumular o aferrarse a lo que ya no nos pertenece. Al liberar la necesidad de pedir favores o excepciones en los compromisos adquiridos, cultivamos una forma de desapego que nos prepara, como sugiere la tradición, para aceptar con ligereza las transiciones, los cambios y las consecuencias de nuestros propios actos.
- Saucha (Pureza): Saucha nos habla de mantener un entorno ordenado y de cultivar la claridad. Cuando cada uno respeta las normas del estudio, contribuimos a un espacio sin tensiones, en el que el enfoque se centra en la enseñanza y en la práctica del yoga. Aquí cobra especial relevancia la puntualidad. La pureza en la práctica comienza, como decía Swami Sivananda, en un entorno sin distracciones, donde todos respetan los acuerdos.
Cada norma en YUJ está pensada para preservar el espíritu de esta comunidad, para sostener su apertura y accesibilidad para todos. No son un acto de rigidez, sino un compromiso con la equidad y con el cuidado de un espacio que pertenece a todos y en el que cada miembro tiene el mismo valor.
Agradecemos profundamente a cada uno de los miembros de YUJ, pues juntos creamos algo más que un estudio: una comunidad que se nutre del respeto y del compromiso. Creemos que estas normas fortalecen no solo el centro, sino también a cada uno de nosotros en su práctica personal, llevándonos a integrar los principios del yoga en todos los aspectos de nuestra vida.