Integración Cuerpo-Mente-Emoción: Nuestra Aproximación a la Terapia Gestalt

Por Ana Madrid, Terapeuta Gestalt

La visión integradora: más allá de los síntomas

En los tiempos que corren, se hace cada vez más necesaria una visión global de la salud. Cuando hablamos de bienestar, no podemos limitarnos a examinar síntomas aislados, sino que debemos considerar a la persona en su totalidad. Cada aspecto de nuestro ser está interconectado: si una parte sufre, el resto también lo siente.

En mi trabajo como terapeuta Gestalt en YUJ, parto de esta comprensión básica. No separo lo que ocurre en tu cuerpo de tus emociones o pensamientos. Todo forma parte de ti, de tu experiencia única en el mundo.

El encuentro entre Yoga y Gestalt

Tanto el yoga como la terapia Gestalt comparten una propuesta integradora. Esta confluencia no es casual: ambas disciplinas reconocen la profunda interrelación entre todos los aspectos del ser humano.

Fritz Perls (1893-1970), psiquiatra y psicoanalista alemán, revolucionó el campo de la psicoterapia al fundar la terapia Gestalt junto a su esposa Laura Perls y Paul Goodman. Tras su formación psicoanalítica y sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial, Perls desarrolló un enfoque que rompía con el psicoanálisis tradicional, centrándose en la experiencia presente y la responsabilidad personal.

En su obra fundamental «Yo, hambre y agresión» (1942) y posteriormente en «Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana» (1951), Perls sostenía que esta aproximación es demasiado valiosa para utilizarla sólo con personas «enfermas». Él la consideraba una «terapia para normales», centrada en desarrollar el potencial humano y no únicamente en tratar patologías.

Su famosa frase :

«Deja de pensar en lo que deberías hacer y concéntrate en lo que quieres hacer»

refleja perfectamente el espíritu de la Gestalt: un enfoque que nos invita a conectar con nuestra autenticidad y responsabilidad personal. Este enfoque resuena perfectamente con la filosofía que practicamos en YUJ.

Las problemáticas que abordamos

En mi experiencia acompañando a personas en terapia, observo que ciertos temas aparecen recurrentemente:

El autoconocimiento y awareness («darse cuenta»)

El insuficiente conocimiento de uno mismo dificulta el equilibrio emocional y el funcionamiento personal. El «darse cuenta» o awareness es un concepto central en la terapia Gestalt y uno de los legados más importantes de Fritz Perls. Este proceso va más allá de la simple introspección; implica una forma particular de atención que integra sensaciones, emociones y pensamientos en el momento presente.

Perls describía tres zonas de awareness: la zona externa (contacto sensorial con el ambiente), la zona interna (sensaciones corporales y emocionales) y la zona intermedia (pensamientos, fantasías, interpretaciones). El trabajo terapéutico gestáltico busca que la persona pueda moverse fluidamente entre estas zonas, incrementando su capacidad de respuesta adaptativa (Perls, Hefferline y Goodman, 1951).

La Organización Panamericana de la Salud y la OMS han reconocido el autoconocimiento como parte fundamental de las «habilidades para la vida», esenciales para el desarrollo humano saludable (OPS-OMS, 2001). Estas organizaciones identifican diez habilidades clave: autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, resolución de problemas, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de emociones y manejo de tensiones.

Como señalaba John O. Stevens, discípulo de Perls y autor de «El darse cuenta» (2011): «El modo de ayudar verdaderamente a alguien no es ayudándolo a hacer algo, sino ayudarlo a darse más cuenta de su propia experiencia.» Esta frase captura la esencia del enfoque no directivo que caracteriza tanto a la terapia Gestalt como a nuestra aproximación en YUJ.

El contacto auténtico con uno mismo

Sin un contacto genuino con nuestro interior, se vuelve complejo identificar nuestras necesidades reales. En nuestro día a día, invertimos mucha energía evitando este contacto.

La terapia Gestalt considera el contacto como un concepto fundamental: entrar en relación con uno mismo. Al establecer este contacto, empezamos a escuchar lo que realmente necesitamos, desarrollando una relación más honesta con nuestra propia experiencia.

La integración cuerpo-mente-emoción

La desconexión entre estos aspectos es como tener una brújula interna descompuesta. Nuestro cuerpo tiene un lenguaje propio que a menudo ignoramos, especialmente en el ritmo acelerado de la vida urbana.

Esta desconexión no es solo una observación filosófica; tiene bases neurobiológicas. Investigaciones recientes en neurociencia apoyan la interrelación entre sistemas corporales y estados mentales. El trabajo de Antonio Damasio, neurocientífico portugués, ha demostrado cómo las emociones son manifestaciones corporales que influyen directamente en nuestros procesos cognitivos a través de lo que él llama «marcadores somáticos» (Damasio, 1994). Asimismo, los estudios de Bessel van der Kolk sobre trauma han evidenciado que «el cuerpo lleva la cuenta» de nuestras experiencias emocionales (van der Kolk, 2014).

Cuando no escuchamos los mensajes corporales, el cuerpo encuentra formas cada vez más contundentes de comunicarse, en ocasiones a través de malestar o enfermedad. Estudios en psicosomática, como los realizados por Dethlefsen y Dahlke (2012), señalan que «la enfermedad significa la pérdida de una armonía» que se manifiesta primero en la conciencia y luego en el cuerpo material.

Las creencias limitantes

Como seres sociales, absorbemos creencias de nuestro entorno que condicionan nuestra experiencia. Familia, educación, cultura… todos estos sistemas nos moldean silenciosamente.

Algunas de estas creencias son asimiladas conscientemente, mientras otras operan desde la sombra, limitando nuestro potencial. En terapia, exploramos estas creencias para discernir cuáles nos sostienen y cuáles nos limitan.

La importancia del movimiento y la conciencia corporal

El movimiento es vida. La inactividad física constituye un factor de riesgo importante para nuestra salud, como señala la Organización Mundial de la Salud en su informe «Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud» (OMS, 2010). Este estudio identifica la inactividad física como el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad global, responsable del 6% de las defunciones a nivel mundial.

El yoga, al movilizar de forma integral todas las partes del cuerpo, activa sistemas fundamentales: respiratorio, cardiovascular, muscular, linfático. Investigaciones científicas recientes corroboran los beneficios de esta práctica milenaria. Una revisión sistemática publicada en el Journal of Alternative and Complementary Medicine (Büssing et al., 2012) encontró evidencia significativa de que el yoga puede reducir el estrés, la ansiedad y mejorar diversos parámetros de salud.

B.K.S. Iyengar, maestro reconocido internacionalmente, explicaba que «la práctica de asanas diversas descongestiona el sistema nervioso, hace que la energía fluya en el sistema sin obstrucciones y asegura una distribución armoniosa de esa energía» (Iyengar, 2011). Estudios con neuroimagen han confirmado que la práctica regular de yoga produce cambios en regiones cerebrales asociadas con la atención, la conciencia corporal y la regulación del estrés (Villemure et al., 2015).

La Gestalt comparte esta aproximación al incorporar el cuerpo en su método terapéutico. Como afirma James Kepner en su obra «Proceso Corporal» (2000): «Sin una sensación clara de nosotros mismos y de nuestro entorno perdemos nuestra base en el mundo.» Kepner desarrolló un enfoque específico de trabajo corporal en Gestalt que ha demostrado ser especialmente efectivo para personas con trauma y desconexión corporal.

Nuestro camino: despertar la conciencia

El yoga significa literalmente «unión» – la integración desde lo exterior hasta lo más profundo de nuestro ser. Como explica Patañjali en los Yoga Sutras (circa 400 d.C.), uno de los textos fundamentales de esta disciplina, «Yoga chitta vritti nirodha» – el yoga es el cese de las fluctuaciones de la mente. La práctica nos trae al presente, al aquí y ahora, apaciguando la mente y clarificando las emociones.

Este énfasis en el presente conecta directamente con uno de los principios fundamentales de la terapia Gestalt. Fritz Perls lo expresaba así: «La neurosis es la incapacidad de percibir lo obvio» (Perls, 2011). En su aproximación terapéutica, Perls desarrolló técnicas específicas como la «silla vacía», el «monodrama» y los «ejercicios de polaridad» para ayudar a los pacientes a experimentar el momento presente con mayor plenitud y tomar conciencia de sus patrones de evitación.

La investigación contemporánea sobre mindfulness, un concepto con raíces tanto en el yoga como en la fenomenología (base filosófica de la Gestalt), demuestra que la atención consciente al momento presente genera cambios significativos en la estructura cerebral. Estudios dirigidos por Sara Lazar en Harvard Medical School (2011) evidencian que la práctica sostenida aumenta el grosor cortical en áreas cerebrales asociadas con la atención y la sensibilidad interoceptiva.

En YUJ, combinamos estos conocimientos milenarios con la psicoterapia Gestalt, respaldada por investigaciones actuales, para ofrecer una aproximación que honra la totalidad de la experiencia humana. No buscamos eliminar síntomas aislados, sino facilitar un mayor contacto con tu autenticidad, ampliando tu conciencia sobre patrones de funcionamiento y expandiendo tus posibilidades de elección.

Una invitación al viaje interior

En un mundo donde la fragmentación es común, te invito a experimentar un enfoque que reconoce tu integridad. En nuestras sesiones de terapia Gestalt, no trabajamos con problemas aislados sino con personas completas, con historias únicas y con un potencial genuino por descubrir.

Como decía Fritz Perls en su poema «La Oración Gestáltica»:

«Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para cumplir tus expectativas,
Y tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú, y yo soy yo,
Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso.
Si no, no puede remediarse.»

Esta filosofía de responsabilidad personal y encuentro auténtico sustenta mi práctica terapéutica. El camino hacia el autoconocimiento no siempre es sencillo, pero cada paso nos acerca a una vida más consciente y plena.

Si estás interesado en explorar esta aproximación, estaré encantada de acompañarte en este proceso.


Si quieres concertar una sesión de terapia Gestalt o tienes alguna pregunta, puedes contactarme directamente en [email protected]

Referencias bibliográficas

  • Büssing, A., Michalsen, A., Khalsa, S. B. S., Telles, S., & Sherman, K. J. (2012). Effects of yoga on mental and physical health: a short summary of reviews. Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, 2012.
  • Damasio, A. R. (1994). Descartes’ error: Emotion, reason, and the human brain. New York: G.P. Putnam.
  • Dethlefsen, T., & Dahlke, R. (2012). La enfermedad como camino. Barcelona: Debolsillo.
  • Iyengar, B. K. S. (2011). Luz sobre el Yoga. Barcelona: Kairós.
  • Kepner, J. I. (2000). Proceso Corporal: Un enfoque Gestalt para el trabajo corporal en psicoterapia. México: Manual Moderno.
  • Lazar, S. W., Kerr, C. E., Wasserman, R. H., Gray, J. R., Greve, D. N., Treadway, M. T., … & Fischl, B. (2011). Meditation experience is associated with increased cortical thickness. Neuroreport, 16(17), 1893.
  • Organización Mundial de la Salud (2010). Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud. Ginebra: OMS.
  • Organización Panamericana de la Salud – Organización Mundial de la Salud (2001). Enfoque de habilidades para la vida para un desarrollo saludable de niños y adolescentes. Washington: OPS-OMS.
  • Perls, F., Hefferline, R. F., & Goodman, P. (1951). Gestalt therapy: Excitement and growth in the human personality. New York: Julian Press.
  • Perls, F. (1942). Yo, hambre y agresión. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.
  • Perls, F. (2011). El enfoque gestáltico y testimonios de terapia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
  • Stevens, J. O. (2011). El darse cuenta: sentir, imaginar, vivenciar. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
  • van der Kolk, B. A. (2014). El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Barcelona: Eleftheria.
  • Villemure, C., Čeko, M., Cotton, V. A., & Bushnell, M. C. (2015). Neuroprotective effects of yoga practice: age, experience, and frequency-dependent plasticity. Frontiers in human neuroscience, 9, 281.

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