En las clases de Ashtanga Yoga, aunque son grupales, cada practicante sigue su propia serie de posturas a su ritmo. Esto se debe a que el Ashtanga se basa en secuencias predefinidas que se memorizan y se practican de manera individual, lo que permite a cada persona avanzar según su propio nivel y capacidad. El instructor guía y ajusta según sea necesario, pero la práctica en sí es personal y enfocada en la progresión individual, dentro del entorno grupal. Práctica estructurada y dinámica que sigue una serie específica de posturas vinculadas por el ritmo de la respiración. Se enfoca en desarrollar fuerza, flexibilidad y claridad mental a través de un flujo continuo de movimientos sincronizados con la respiración (sistema Vinyasa). Utiliza el método Tristhana, que combina posturas (asanas), respiración (Ujjayi) y puntos de enfoque visual (Drishti), promoviendo una profunda conexión entre cuerpo y mente. Ideal para aquellos que buscan un desafío físico y mental, y una práctica que fomente disciplina y concentración.